
1. No permitas que el éxito escolar te obsesione. Tus hijos se sentirán
presionados y tú con sobrecarga emocional. Subraya siempre lo
que hacen bien. Por ejemplo, si han sacado mala nota en Lengua pero
muy buena en Matemáticas, recalca esto último. Mejorarás su autoestima y
allanarás el camino de su éxito personal. Si te quedas en lo negativo, les
hundirás.
2. Ponle metas alcanzables y acordes a su edad y a
su personalidad. Casi todos los adolescentes dejan de prestar
atención más allá de 45 minutos. Y si tienen entre 8 y 12 años, no más de 30.
Superada esta barrera, el interés y la concentración decaen. Apuesta por el
tiempo de calidad porque, a veces invirtiendo poco se puede ganar mucho.
3. El esfuerzo y la
perseverancia son claves. Y esto vale tanto para el juego y el
deporte como para la lengua, las matemáticas o el inglés. La felicidad de estar
en la cima es directamente proporcional al esfuerzo que costó alcanzarla.
Anímales sutilmente a seguir. Te lo agradecerán eternamente.
4. No todos los niños son iguales y, por tanto, no aprenden de la misma
manera. Unos tienen memoria visual y otros auditiva. Si están entre los
primeros, potencia la lectura. Si entre los segundos, la escucha en clase y la
repetición en voz alta. Sus puntos fuertes arrastrarán a los débiles.
5. Si el momento de hacer los deberes se ha convertido en una pesadilla,
puedes delegar. ¿Por qué no contratas a una estudiante como profesora
particular? Por poco dinero ganarás las tardes para ti (o vosotros, que falta
os hace).
6. Si le has dicho que le vas a castigar y luego no lo haces, pensará que no
cumples tu palabra. Mantén tu posición y
muéstrate firme aunque te cueste. Los límites son necesarios para su madurez. Y olvídate
de los castigos imposibles que ni tú misma te crees, tipo: “Voy a apagar la
tele para siempre”… Apúntate al realismo con un sencillo “esta tarde no sales”
o “esta semana no tienes móvil”. Tú sabes, mejor que nadie, lo que les duele
perder. Utilízalo sin acritud y no te olvides a la primera de cambio.
7. Negociar te puede sacar de
muchos apuros. Saca tu lado más
diplomático. Cambia habitación ordenada toda la semana por sesión de
cine el sábado, o mesa recogida a diario por un viaje a fin de mes. La
recompensa les motivará y hará que se habitúen a la responsabilidad y el
trabajo.
8. Relaja las reglas el fin de semana y durante las vacaciones. Es un premio
para todos y te lo agradecerán. Si los días laborables han llevado una dieta
equilibrada, no pasa nada porque el sábado se abandonen a las patatas fritas y
el refresco. Si no se lo prohíbes tal vez nunca tengan interés en ello.
9. No puedes librar guerras en
todos los frentes. Elige un terreno en el que no vas a bajar la
guardia y muéstrate más relajada en los demás. Por ejemplo, reserva tus
energías para su rendimiento escolar y sé más flexible con la alimentación, las
horas ante el televisor o las salidas a la calle. O viceversa.
10. No dejes que las pantallas entren en su habitación. Son amigas de la
pasividad y el ensimismamiento. Colócalas en los espacios comunes. Evitarás que
se aíslen y controlarás su uso. Si es necesario negocia: una hora de ordenador
o televisión por una hora de deporte o actividad artística.
11. No caigas en la tentación de dejarles navegar por
internet antes de los 12 años. No están preparados y es como dejarles solos en
la gran ciudad. En todo caso acompáñales y ayúdales a buscar. Aunque no lo
sepan, te necesitan.
12. La casa es de todos pero su habitación es ¡suya! No entres a curiosear,
colocar sus cosas o tirar lo que, en tu opinión, no vale. Se sentirá invadido.
¿Qué tal si les cedes una pared para que pinten y cuelguen lo que quieran? Será
su espacio de expresión y libertad.
13. El aburrimiento es un
terreno abonado para la creatividad. Si tu hijo juega solo en un
rincón, no le llames ni le busques rápidamente una actividad. No quieras
rentabilizar su tiempo al máximo. La soledad enseña a sentir deseo, elaborar
estrategias y desarrollar su imaginación.
14. No pretendas que sean políglotas, artistas y unos “cracks” del deporte.
Apuntarles a inglés, teatro, piano y fútbol puede ser demasiado. También
necesitan descansar y aprender a gestionar su tiempo libre. La mayoría de
expertos creen que es más importante
que los hijos estén con los padres que cualquier actividad extraescolar.
15. ¿Eres una gran lectora
y deseas ardientemente que tus hijos también lo sean?. Deja que ellos escojan
sus lecturas. No pasa nada porque combinen Stevenson o Tolkien con tebeos y
revistas. Reserva siempre un lugar para ellos en la biblioteca, y comenta lecturas,
periódicos o revistas.
16. Los
niños se fijan más en lo que haces que en lo que dices. El clásico “predicar con el ejemplo”. Si te ven feliz
en una exposición, un concierto o con un libro en la mano, ellos también
querrán hacerlo.
17. No juegues a ser la eterna profesora ni conviertas cualquier salida en una
rigurosa visita pedagógica. Aprovecha cualquier momento cotidiano para
abrir su mente. Las canciones de sus grupos favoritos son perfectas para
aprender inglés; los viajes que hacéis en familia, para la geografía; los
libros, para la lengua y la literatura; y las salidas al campo o visitas al zoo
para la biología. No todo está en los
libros o en internet. Demuéstraselo.
18. Con los niños y adolescentes es cuestión de método.
De nada sirve que estés encima, atendiendo sus deberes. Dirige tus esfuerzos a que aprendan a planificar su
tiempo. Así conquistarán (y disfrutarán) su autonomía.
19. Enséñales a alejarse de
vosotros poco a poco para evitar que un día huyan de repente. Que
vayan conquistando su libertad poco a poco. A los ocho años pueden bajar a
comprar el pan si la tienda debajo de casa, a los 10 ir a casa de un amigo, a
los 14 solos al cine… Confía en ellos.
20. Nunca te anticipes a sus
preguntas y necesidades. Espera paciente a que lleguen y ofrece
respuestas adecuadas. En cuestiones sexuales, muéstrate abierta y dialogante, y
respeta su intimidad. Ofrécele libros sobre el tema. Que sepa que no te
inmiscuyes pero que tampoco eres ajena a sus asuntos.
Fuente: http://www.thefamilywatch.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario