Los deícticos son aquellas palabras cuyo significado depende por completo del contexto, de modo que, si las sacas del mismo, dejan de tener sentido. Es decir, son términos que no puedes entender si no te encuentras en el lugar y el momento en el que se han dicho. Leed esta conversación:
- Oye, alcánzame eso.
- ¿El qué?
- Eso que está ahí.
- No lo veo. ¿Está detrás de esto?
- No, más a tu derecha.
- ¿Aquí?
- Sí, justo ahí.
- A ver... ¿Esto es lo que buscas?
- ¡Sí, muchas gracias!
- ¿El qué?
- Eso que está ahí.
- No lo veo. ¿Está detrás de esto?
- No, más a tu derecha.
- ¿Aquí?
- Sí, justo ahí.
- A ver... ¿Esto es lo que buscas?
- ¡Sí, muchas gracias!
¿Os habéis enterado de algo?
Por supuesto que no.
El diálogo estaba repleto de deícticos, es decir, de palabras que tienen sentido para los interlocutores que participan en esa charla, pero no para aquellos que no se encuentren en su mismo contexto. Sin embargo, en cuanto formamos parte del contexto:
Javier: -“Oye, alcánzame eso.” (Señalando a una
parte de la encimera de la cocina)
Luisa: -“¿El qué?”
Luisa: -“¿El qué?”
Javier: - “Eso que está ahí.” (Sigue apuntando
al mismo sitio)
Luisa: - “No lo veo. (Levantando una olla) ¿Está
Luisa: - “No lo veo. (Levantando una olla) ¿Está
detrás de esto?”
Javier: - “No, más a tu derecha”.
Javier: - “No, más a tu derecha”.
Luisa: (Se sitúa al lado de la encimera) – “¿Aquí?”
Javier: -“Sí, justo ahí”.
Luisa: -“A ver... (Cogiendo una cuchara) ¿Esto es lo
Javier: -“Sí, justo ahí”.
Luisa: -“A ver... (Cogiendo una cuchara) ¿Esto es lo
que buscas?”
Javier: -“¡Sí, muchas gracias!”
Ahora todo cobra más sentido, ¿verdad? Conociendo el contexto, sabemos a qué se referían esas palabras que estaban en negrita, pues todas ellas eran deícticos.
No obstante, hay una forma más sencilla de reconocerlos: saber qué categorías de palabras actúan siempre como deícticos. El listado no es muy amplio, por lo que tampoco es muy difícil de recordar. Veámoslo:
Javier: -“¡Sí, muchas gracias!”
Ahora todo cobra más sentido, ¿verdad? Conociendo el contexto, sabemos a qué se referían esas palabras que estaban en negrita, pues todas ellas eran deícticos.
No obstante, hay una forma más sencilla de reconocerlos: saber qué categorías de palabras actúan siempre como deícticos. El listado no es muy amplio, por lo que tampoco es muy difícil de recordar. Veámoslo:
1) Los pronombres personales:
PRONOMBRES PERSONALES | |
Persona | Tipos |
1ª singular | Yo, me, mí, conmigo |
2ª singular | Tú, te, ti, contigo |
3ª singular | Él, ella, lo, la, le, se, sí, consigo |
1ª plural | Nosotros/as, nos |
2ª plural | Vosotros/as, os |
3ª plural | Ellos/as, los, las, les, se, consigo |
2) Los demostrativos, ya sean adjetivos determinativos o pronombres:
DEMOSTRATIVOS | |
Cercanía | Este, esta, esto, estos, estas |
Distancia media | Ese, esa, eso, esos, esas |
Lejanía | Aquel, aquella, aquello, aquellos, aquellas |
3) Los adverbios de tiempo: Pronto, tarde, hoy, ayer, mañana, ahora, antes, después, entonces, siempre, nunca, todavía, ya.
4) Los adverbios de lugar: Aquí, ahí, allí, lejos, cerca, arriba, abajo, encima, dentro, fuera, delante, detrás.
Por tanto, si os enfrentáis a un diálogo y debéis localizar sus deícticos, lo único que debéis hacer es buscar los pronombres personales, los demostrativos, los adverbios de tiempo y los de lugar.
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